Había estado a punto de desmayarse... o al menos así era en la mente de él. En la realidad misma solo había sido un temblor en sus piernas, una leve oscilación de su falda y un abrazo protector de parte de él.
-Supongo que no has estado empezando ninguna dieta -insinuo-
-Para nada
-¿Entonces? -preguntó preocupado-
-Es que simplemente.... -lo pensó antes de contestar- eres mi debilidad -dijo ella mientras sonreía coquetamente entre sus brazos-
La verdad es que le habían franqueado las piernas al verlo
pero si, si había estado haciendo dietas